The voice of the stone

bgb-sciola_001

El hombre acaricia la piedra. La materia, silenciosa durante milenios, responde con gemidos agudos. Entre campos de naranjos y murales, en el pueblo de San Sperate, en la isla de Cerdeña, el escultor Pinuccio Sciola se dedica a devolver a la piedra su voz. Cortando basaltos y piedras calcareas en líneas y cuadraditos paralelos, dejando casi intacta su estuctura y sacando lo más profundo y lo que menos se esperaría de ella. Para él la piedra no sólo es la espina dorsal del mundo, como creían los incas, sino que también es la memoria del universo, una entidad viva y más actual que nunca en un mundo de tecnología basada en cuarzos y silicios. Y gracias a él y a la misma tecnología, la piedra habla.

Su voz no es comparable a nada que no sea la voz de la piedra. Sorprende con una fuerza tan auténtica que invita a ver no sólo las piedras sino todo lo que nos rodea con ojos nuevos. Con este propósito dejamos aquí la primera piedra, sonora y virtual, de nuestro blog