Est una notte ‘e luna

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Desde que el un ser humano la pisara por primera vez han pasado 40 años. Ella, ignara del aniversario, hoy también luce vestido de fiesta, como siempre. Y sonríe. Nostros, agradecidos, le dedicamos esta poesía.

Est una notte ‘e luna,

de cuddas lunas de atonzu giaras,

chi cando tue t’acciaras

a la ‘ider’andare,

isperas novamente in sa fortuna.

Hat piòpidu tantu

tottu sa die. Pariat sa terra

in s’adde e in sa serra,

tra sos fenos siccados,

bestida de antighissimu piantu.

Ma ecco in su serenu

avanzare sa notte; giaru chelu

risplendere; e che velu

de isposa, sa luna,

bestit de biancore onzi terrenu.

Montanaru, poeta sardo

Es una noche de luna,

de esas lunas de otoño, luminosas,

que cuando te asomas

para ver su senda,

confías nuevamente en la fortuna.

Ha llovido tanto

todo el dia. Parecía la tierra,

en el valle y en la sierra,

entre los henos secados,

vestida de antiquísimo llanto.

Mas he aquí en el sereno

avanzar la noche,  claro cielo

resplandecer; y como un velo

de esposa, la luna,

viste de blancura cada terreno.