“Chimpancé negro” es sólo uno de los muy coloridos epítetos con los que, tras sus performances en un show televisivo chino, muchísimos blogs y páginas webs del país definieron a Lou Jing. Que, en los últimos tiempos, ha involuntariamente desatado un gran debate en el gigante asiático, del que se está haciendo eco ahora la prensa internacional. ¿Que tiene de tan especial esta chica atractiva de 20 años? Pues que además de ser hija de un afro americano y de una china, es fruto de una relación “ilegítima”. Y, con su caso, se empieza finalmente a hablar de racismo en China.
Para más informaciones http://www.guardian.co.uk/world/2009/nov/01/lou-jing-chinese-talent-show
La primera vez que llegué a Pekín, en 2004, me quedé asombrada ante la discriminación de la población local hacia los africanos (en su gran mayoría subsaharianos). En pleno centro de la capital china (en su versión preolímpica) había una calle donde a todas horas jóvenes africanos vendían costo (que allí tiene muy poco éxito, la verdad), se emborrachaban y se peleaban lanzándose botellas y todo tipo de objeto. La población local, e incluso la policía parecían hacer lo imposible por ignorarles y apartarles, como si se tratara de caca ajena. La escena, tan lejana a la imagen del subsahariano pacífico que solemos tener en Europa, me recordó mucho lo que pasa en nuestras tierras con los otros africanos, los antipáticamente llamados moros. Y vi. más claro que nunca que no hay hombres buenos o malos por naturaleza sino solo situaciones más o menos dignas que vivir y jaulas más o menos grandes en las acabar metidos.